Los monitores continuos actualmente comercializados no determinan directamente los niveles de glucosa en sangre, sino que realizan una lectura de la glucosa intersticial
Esto conlleva un gran problema: el desfase de tiempo respecto a la glucosa en sangre.
La glucosa en sangre tarda de 5 a 25 min. en pasar al líquido intersticial
Por lo tanto, las medidas de los monitores continuos del mercado no representen fielmente los niveles en sangre actuales.
¿Qué provoca todo esto?
Descontrol de la glucemia
En varias ocasiones del día ocurren fluctuaciones en los valores de glucosa de forma repentina, aquí es cuando se agrava el problema del desfase.
Aumento del riesgo de hipoglucemia
El desfase de tiempo nos provoca una falsa confianza, creemos estar en unos valores estables cuando en verdad estamos experimentando una hipoglucemia o un cambio brusco en la glucemia.
Necesidad de hacer más correcciones
Una glucemia descontrolada nos obliga a recurrir a más dosis de insulina, cosa que se traduce en inyecciones/pinchazos de más.
Más comprobaciones capilares
Recurrimos al glucómetro para saber con fiabilidad a cuanto estamos lo que provoca que tengamos los dedos magullados.